El título solo les llama la atención a alguien que tiene necesidad de saber más de Dios. No es un título ordinario, es más bien exclusivo, para espíritus hambrientos. Todo lo que está escrito aquí, son pedazos de intimidad, de oración, de ayunos, de lágrimas, caídas y alabanzas de un corazón, no perfecto, pero sí hambriento.